Según el conferencista y motivador Yokoi Kenji Díaz, uno de los aspectos más importantes de un empleado es su actitud de apertura, su disposición a escuchar y aprender. Como él menciona en sus charlas, “hacer caso” va más allá de seguir órdenes; se trata de tener la actitud correcta para crecer y adaptarse dentro de una empresa, una habilidad que muchos subestiman pero que es vital para el éxito profesional y empresarial.
En el competitivo mundo empresarial actual, tener empleados altamente capacitados académicamente ya no es suficiente. Aunque la formación y los títulos son importantes, hay una característica clave que cada vez más dueños de negocios, empresarios y comerciantes buscan en un empleado ideal: la capacidad de hacer caso, es decir, estar dispuestos a escuchar, adaptarse y aplicar lo que se les pide. Este concepto, que podría parecer simple, es crucial para el éxito de cualquier negocio.
1. La Importancia de la Actitud en el Ámbito Laboral
Tener una actitud positiva, estar dispuesto a escuchar y seguir instrucciones, es una característica que puede hacer que un empleado se destaque en cualquier campo. Mientras que la formación académica proporciona las bases para el conocimiento técnico, la actitud es lo que permite que ese conocimiento se transforme en resultados efectivos.
Los empleados que “hacen caso” suelen ser aquellos que se adaptan mejor a la cultura organizacional, que están abiertos al aprendizaje continuo y que son más receptivos a las críticas constructivas. Esta capacidad para escuchar y adaptarse no solo los hace más eficientes, sino que también los convierte en colaboradores valiosos en el largo plazo.
En contraste, un empleado con una larga lista de títulos y posgrados, pero que es cerrado y prepotente, puede ser una carga para una empresa. Como empresarios, sabemos que alguien que no está dispuesto a escuchar, a trabajar en equipo o a adaptarse a la filosofía de la empresa, puede terminar afectando negativamente tanto la productividad como el ambiente de trabajo.
2. Consecuencias de Tener un Empleado Prepotente y Cerrado
Aunque un candidato puede destacar por sus cualificaciones académicas, si carece de la habilidad para adaptarse a las normas y valores de la empresa, su potencial de éxito disminuye significativamente. Un empleado que no “hace caso” y muestra una actitud de superioridad frente a sus compañeros o jefes, genera una serie de problemas dentro de la organización:
- Falta de cohesión en el equipo: Un empleado prepotente tiende a aislarse de sus compañeros, lo que debilita la cooperación y puede afectar gravemente los resultados del equipo.
- Impacto negativo en el ambiente de trabajo: Su actitud puede generar fricciones, crear un ambiente hostil y disminuir la moral de los otros empleados.
- Resistencia al cambio: En el entorno empresarial actual, la capacidad de adaptación es crucial. Un empleado que no está dispuesto a cambiar o aprender nuevas formas de trabajar se vuelve una barrera para la innovación y el crecimiento.
- Pérdida de oportunidades: A largo plazo, un empleado que no “hace caso” limita sus propias oportunidades de desarrollo profesional. Las empresas prefieren promover a quienes muestran una actitud abierta, colaborativa y de aprendizaje continuo.
Un artículo de Daniel Goleman, autor del famoso libro “Inteligencia Emocional”, destaca cómo el coeficiente intelectual (CI) y los logros académicos representan solo una parte del éxito laboral. La inteligencia emocional (IE), que incluye la capacidad de manejar emociones, trabajar en equipo y adaptarse, es incluso más importante para la carrera profesional. Goleman subraya que los empleados con altas habilidades académicas pero con baja inteligencia emocional tienden a fracasar en puestos que requieren liderazgo o trabajo colaborativo.
3. Ejemplos de la Importancia de “Hacer Caso” en el Mundo Empresarial
Un caso relevante en Venezuela es el de Farmatodo, una de las cadenas de farmacias más grandes del país. En una entrevista, directivos de la empresa señalaron que, además de las cualificaciones técnicas, valoran enormemente la actitud de escucha y la capacidad de adaptación de sus empleados. De hecho, han implementado programas internos de formación continua donde se enfatiza la importancia de estar siempre abierto a aprender y mejorar. Esto ha permitido que Farmatodo se mantenga como líder en el mercado a pesar de los retos económicos.
Otro caso notable es el de Empresas Polar, un gigante de la industria alimentaria en Venezuela. Polar valora tanto las competencias técnicas como la actitud de sus empleados. De hecho, muchos de los líderes más destacados dentro de la empresa comenzaron en posiciones más básicas, pero ascendieron gracias a su disposición para escuchar, aprender y adaptarse.
4. Medidas Prácticas para Fomentar la Actitud Correcta en Tu Empresa
Si eres dueño de un negocio o lideras un equipo, fomentar la actitud de “hacer caso” entre tus empleados puede mejorar significativamente la productividad y el ambiente laboral. Aquí te dejo algunas sugerencias prácticas para lograrlo:
- Capacitación constante: Organiza sesiones de formación no solo en habilidades técnicas, sino también en habilidades blandas, como la escucha activa y el trabajo en equipo.
- Incentiva la retroalimentación: Fomenta un ambiente donde los empleados puedan compartir ideas y recibir retroalimentación constructiva. Esto refuerza la importancia de la escucha y la adaptación.
- Premia la actitud: Reconoce a los empleados que muestran una actitud de colaboración, escucha y disposición al aprendizaje. Los incentivos pueden ir desde menciones públicas hasta promociones o bonos.
- Mentoría: Facilita relaciones de mentoría dentro de la empresa. Los empleados con más experiencia pueden ayudar a los nuevos a adaptarse y a entender la cultura organizacional, reforzando así la importancia de “hacer caso”.
5. Otros Expertos que Reafirman la Importancia de la Actitud
Además de Yokoi Kenji Díaz, otros autores y expertos destacan la importancia de la actitud sobre las cualificaciones técnicas. Carol Dweck, psicóloga de la Universidad de Stanford, ha investigado extensamente sobre la mentalidad de crecimiento. En su libro “Mindset: The New Psychology of Success”, Dweck explica que las personas que creen que pueden mejorar sus habilidades, y que están dispuestas a aprender de los errores y seguir instrucciones, tienen más probabilidades de tener éxito que aquellas con una “mentalidad fija”, que se apoyan solo en su talento o logros académicos.
El consultor empresarial Patrick Lencioni, en su libro “The Ideal Team Player”, también destaca que los empleados más valiosos son aquellos que son humildes, hambrientos y con alta inteligencia emocional. La humildad, en particular, está directamente relacionada con la capacidad de hacer caso y adaptarse.
Conclusión
En el entorno empresarial actual, la principal característica que debe tener un empleado no es solo su nivel académico, sino su actitud de escucha y disposición a hacer caso. Como hemos visto, esta característica es valorada por grandes empresas y expertos como Yokoi Kenji Díaz, Daniel Goleman, Carol Dweck y Patrick Lencioni. Un empleado que “hace caso” es adaptable, colaborativo y capaz de crecer junto a la empresa, lo que lo convierte en un activo invaluable para cualquier negocio.
Como empresario, fomentar esta actitud en tus empleados puede ser la clave para garantizar el éxito y la sostenibilidad de tu negocio a largo plazo.
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